Las cámaras térmicas, que no requieren una fuente de luz, son excelentes para proporcionar una cobertura mejorada en entornos diversos, como aquellos con condiciones extremas o oscuridad extrema. Además, las cámaras térmicas tienen capacidades de detección de largo alcance y medición de temperatura, lo que les permite usarse junto con cámaras de luz visible para lograr una vigilancia integral para todo clima.